05 Nov 12 MESES 12 PRINCIPIOS : LA RESOLUCIÓN 11
En nuestras vidas existen muchos temas que esperan ser resueltos y principalmente lo que requieren es nuestra atención. Saber muy bien desde dónde los vamos a resolver es la clave del éxito.
Si bien existen infinitas posibilidades para resolver una cuestión, yo hablaría de tres caminos desde donde accionarla: por un lado está el camino de la resolución que yo llamo “desde mí mismo”. Luego está el “desde el nosotros” visto desde mí mismo, y por último está el camino que empieza cuando somos capaces de salir de la perspectiva del “mí”.
Sabemos que el “mí” es un posesivo. Los posesivos albergan el deseo del ego en el hombre común, por lo tanto, todas las elecciones tomadas desde el “mí” están cargadas de expectativas y objetivos que tratan consciente o inconscientemente de satisfacer al propio interés, pues el hombre común es capaz de llegar muy lejos para lograr alcanzar sus necesidades, sus ansias de poder y por cubrir sus miedos, para irse a dormir tranquilo.
¿Cuándo empezamos a salir de la perspectiva del “mí”?
Considero que la propia forma, cuestión, idea, conflicto, situación… Trae en sí misma la resolución, es decir, la forma misma contiene su propio propósito. Fuera del “mi” y de lo que “desde mí” considero sobre el otro, o sobre el nosotros, existe la manifestación de la propia forma, y su esencia contiene el aspecto vida donde reside el verdadero “nosotros”.
A continuación detallo algunos aspectos que considero que pueden ayudar o inspirar nuestras reflexiones y prácticas:
- Afrontar una resolución desde la mayor calma posible para poder discernir con claridad.
- Soltar los propios pensamientos para establecer una escucha real.
- Eliminar la duda y las expectativas para que no nos condicione el miedo.
- Formular la pregunta correcta: puedes hacer 3 respiraciones profundas mientras te haces la siguiente pregunta y, a la vez, visualizar la situación como si fuera una película. Siente sus cualidades como si tú fueras la película. Permanece presente de un modo impersonal, hasta que llegue esa respuesta en forma de impresión, palabra o imagen.
¿Cómo debo intervenir en la situación de un modo verdaderamente útil y eficaz?
Al preguntarnos por las cosas, salimos de nuestro comportamiento habitual, dejamos de dar por supuesta esa realidad y la hacemos consciente. Es de vital importancia formular una pregunta adecuada. En este caso, el verbo deber evoca a lo que aspiramos verdaderamente, mientras que el querer está supeditado a los deseos superficiales, básicos e instintivos. Saliendo del “mí“ logramos aceptar las situaciones sin fricciones, entregándonos completamente a lo que la solución requiere. La resolución, como la propia palabra indica, va más allá de la solución, y, si bien no es fácil llegar a ella, es el camino que nos permite evolucionar como Seres Humanos.
Pere
Posted at 10:40h, 05 noviembreGracias