04 Jun 12 MESES 12 PRINCIPIOS : REFLEJO PRINCIPIO 6
Reconozco que cualquier cosa que yo vea fuera de mí mismo (críticas, irritaciones o juicios) puede también ser reflejo de lo que está dentro de mí. Me comprometo a analizarlos en mí mismo antes de reflejarlos a los demás.
Había una vez un anciano que pasaba los días sentado junto a un pozo a la entrada de un pueblo. Un día pasó un joven, se acercó y le preguntó lo siguiente:
“Nunca he venido por estos lugares, ¿cómo es la gente de esta ciudad?”
El anciano le respondió con otra pregunta:
“¿Cómo eran los habitantes de la ciudad de dónde vienes?”
“Egoístas y malvados, por eso estoy contento de haber salido de allá”.
“Así son los habitantes de esta ciudad”, le respondió el anciano.
Un poco después, pasó otro joven, se acercó al anciano y le hizo la misma pregunta:
“He viajado desde muy lejos hasta este lugar, ¿cómo son los habitantes de esta ciudad?”
El anciano le respondió de nuevo con la misma pregunta: ”
¿Cómo son los habitantes de la ciudad de dónde vienes?”
“Eran buenos y generosos, hospitalarios, honestos y trabajadores. Tenía tantos amigos que me ha costado mucho separarme de ellos”.
“También los habitantes de esta ciudad son así”, respondió el anciano.
Un hombre que había llevado sus animales a beber agua al pozo y que había escuchado las dos conversaciones, en cuanto el joven se alejó, le dijo al anciano:
“¿Cómo puedes dar dos respuestas completamente diferentes a la misma pregunta realizadas por dos personas?”
“Mira”, respondió el anciano, “cada persona lleva el universo en su corazón. Quien no ha encontrado nada bueno en su pasado, tampoco lo encontrará aquí. En cambio, aquel que tenía amigos en su ciudad, también aquí encontrará amigos fieles y leales. Porque las personas son lo que encuentran en sí mismas, encuentran siempre lo que esperan encontrar”.
Este cuento sufí nos lleva a reflexionar sobre cómo lo que vemos fuera de nosotros es un reflejo de lo que tenemos dentro.
Las personas tendemos a reprimir aquellos sentimientos, deseos, instintos ,…, que nos producen malestar, culpa, miedo, etc., en conformidad con los programas conscientes o inconscientes que llevamos dentro de nosotros por la educación recibida y por lo que es valorado en nuestro entorno. En la psicología tradicional se utiliza el término “mecanismo de proyección” al fenómeno por el cual las personas atribuimos nuestros deseos, sentimientos, pulsiones, instintos, motivos, necesidades y cualidades que reprimimos sobre el mundo y sobre los que nos rodean.
El proyectar nos alivia de alguna manera el malestar interno, nos puede ayudar a mantener nuestra frágil autoestima a costa de los demás, pero no ayuda ni al propio desarrollo ni a contribuir a construir un mundo mejor.
Para salir de esta rueda de la proyección, la solución se encuentra en la siguiente afirmación: “Lo que veo fuera que no me gusta, me lo trabajo en mí”.
Pere Deu
Posted at 13:14h, 04 junioGracias?
Desirée Moreno Acedo
Posted at 19:03h, 04 junioMaravilloso ✨